Siempre y cuando la lengua diga,
hablar y escribir en español será un acto contracultural,
mucho más subversivo que trinar contra un gobierno
o ser el eslabón pasivo de un gracioso meme.
Siempre y cuando la lengua diga,
hablar y escribir en español
será siembra sediciosa.
Siempre y cuando la lengua diga
y se se ejerza sin prótesis ni rebabas,
siempre y cuando la lengua se trace
y se espute con toda su luz milenaria.
Siempre y cuando la lengua sorba
la leche caliente de los pechos de mi madre,
habrá crema en mis labios.
Yo soy mi lengua y mi madre.
Digo, yo soy lo que digo…
mis palabras.